A ver,
Seguro que algún gurú del Pádel pondrá el grito en el cielo cuando lea esto…
Pero, ahí va:
El pádel es como ese deporte genial que resulta de mezclar tenis y squash en una cancha más pequeña rodeada de paredes de cristal.
Imagina que todo empezó a finales de los años 60 en México, donde un tipo llamado Enrique Corcuera decidió que quería un deporte así, algo parecido al tenis pero más compacto.
Con el tiempo, el pádel se puso de moda en México y se fue esparciendo por otros países latinos como Argentina y España, allá por los años 70.
En estos lugares, el pádel creció rápidamente y se establecieron reglas más en serio y torneos en condiciones.
En España, el pádel se arraigó y evolucionó con reglas más detalladas para cosas como saques, voleas y rebotes en las paredes.
Y de repente, ¡boom!, empezaron a construir canchas en clubes deportivos y recreativos.
Desde los 90 en adelante, el pádel se volvió loco y se esparció por el mundo entero. Se crearon federaciones nacionales e internacionales, como la Federación Internacional de Pádel (FIP), que ayudaron a que el deporte creciera y se organizaran torneos por todos lados.
Hoy en día, el pádel es mega popular en varios países, sobre todo en América Latina y Europa.
España, Argentina, México y otros lugares el deporte del pádel se ha extendido y prácticamente todo el mundo lo practica.
Hay tanto jugadores que lo hacen por diversión como profesionales que compiten en torneos a nivel local y global.
Y por si fuera poco, el pádel se puso serio y hay circuitos y torneos profesionales.
Eso significa que hay jugadores top y fanáticos que lo siguen como locos.
Toda esta historia muestra cómo un deporte puede empezar en un rinconcito y con el tiempo volverse un fenómeno internacional que une a un montón de gente apasionada por jugar y ver pádel.